Para que un cuerpo se pueda desenterrar, tienen que haber transcurrido cinco años desde la fecha de fallecimiento y, en ningún caso, se puede hacer durante los meses de julio, agosto y septiembre.
La exhumación ha de ser solicitada por la familia y con motivo de cambiar los restos a otro lugar dentro del mismo cementerio o para trasladarlos a otro camposanto.
Sea cual sea la circunstancia, nosotros nos encargamos de realizar todas las tramitaciones necesarias, desde la exhumación hasta el traslado al lugar decidido.